CONTEXTUALIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA

Mi experiencia Desde el 2009 inicié mis labores como Docente en la Institución Educativa Ángela Restrepo Moreno. Esta vivencia ha sido una experiencia maravillosa; en la etapa inicial encontré un ambiente escolar con limitaciones de armonía entre la comuidad educativa (directivos - docentes – estudientes), falta de expresiones de alegría, dificultades para una sana convivencia escolar, altos niveles de intolerancia, escasa vinculación de la familia para brindar una adecuado acompañamiento al estudiante y a las actividades académicas de la institución, desmotivación del estudiantado para realizar reflexiones en pro de su bienestar y formación académica, pocos espacios y limitadas posilidades para manifestar libremente las emociones, entre otras, convirtiéndose todo este escenario en un reto profesional, que me llevó a organizar una planeación de estrategias innovadoras y a la aplicación de metodologías poco convencionales, que cosideré adecuadas y pertinentes para desembolverme en mi rol de maestro y guiador pedagogico, conservando mis principios y la ética profesional adquirida.

Con el paso de las semanas y meses, en el interactuar con la comunidad educativa en los diferenes espacios educativos, se fueron afianzando las relaciones y creándose condiciones de confianza para proponer cambios de actitudes y de formas de abordar los diferentes escenarios académicos y de formación continua.

De esta manera, desde el inicio de la mañana mientras me organizo y emprendo el desplazamiento hacía la institución educativa, vivenciando el día día en la autopista norte y sur de la Ciudad de Medellín, sintiendo el agite de los carros, las angustias de muchos motociclistas acelerados para llegar a su destino; el llegar a las instalaciones del colegio es mí mayor gozo, para iniciar un nuevo día con sus retos y dinamicas diarias académicas.

El inicio de la jornada en el colegio es muy placentero porque hay un encuentro entre el frio y el rocío de la mañana, el canto de algunas aves, el sonido del riachuelo, combinado esto, con el saludo caluroso de los compañeros docentes en la sala de maestros, un delicioso café molido caliente o una aromática de hierbas finas, son la mezcla perfecta para rebitalizar el espiritud e iniciar las actividades programadas, cumpliento siempre con tener el sentimiento de la labor bien hecha. F.E 1 (10 FOTOGRAFIAS- PAGINA 1-10)

Cuando me dirijo al salón de clases, y me encuentro con el saludo fraterno de los estudiantes, vuelvo a confirmar que este es el lugar en el que siempre deseo estar sembrando semillas de conocimiento y bienestar académico que se trasformen en sonrisas, y que éstas permitan disipar los nubarrones del pensamiento en cada uno de los estudiantes, que igualmente madrugan con el deseo de aprender nuevas cosas, de cambiar las rutinas de sus hogares y de compartir con sus compañeros y docentes una gran parte de sus días y de sus vidas matutinas.   

Mi quehacer académico en el aula de clase es además de la entrega y contrucciòn de conocimiento conjunto con mis estudiantes, un motivante para entregar semillas de alegría, que penetre corazones y pueda levantar en cada uno de ellos un ambiente de optimismo, de Fe, dé seguridad e ilusión de alcanzar el éxito en todas las iniciativas que se les presente y/o deseen emprender. El aula de clase igualmente es un espacio que permite sensibilizar a los estudiantes para que aprendan a valorar la belleza mas allá de los estético y superficial en la naturaleza humana, a disfrutar de los paisajes, de los animales, de las aves, del amanecer cuando aparece el sol como diciendole a la luna que se puede ir a descansar, para él poder brillar y calentar.... definitivamente siento que el aula de clase, es el lugar apto para impartir La clase que te toca.

La clase que te toca se convierte en una oportunidad para tomar conciencia y crear opciones por lograr un estado de la felicidad, por entregar reflexiones que llevan a la interacción, a la responsabilidad y el compromiso; a darse cuenta que ser feliz es cuestión de optar por el servicio a los demás. Es una contemplación interior, donde se toma conciencia de lo que somos y estamos haciendo en nuestros retos personales y profesionales, y donde en la interacción con la comunidad educativa (colegas, directivos, familias, estudiantes, personal de apoyo) se permite realizar construcciones conjutas para dar respuesta a la pregunta ¿Quién soy?. En la clase que te toca se invita al cambio, a recobrar la fé en el hombre como individuo y miembro de una sociedad que es dinámica y se trasforma, a recobrar el optimismo para hacer y emprender el proyecto de vida personal y el deseo de continuar haciendo camino para vivir en sociedad y construir comunidad irradiando ejemplo.

Siempre manifiesto que para mí, el estar en el colegio, tiene una analogía directa con el estar en una finca de paseo, porque hay que disfrutarla, vivirla en todos sus espacios y atrativos para sentirla, logrando que todo la naturaleza que nos rodea embellezca el panorama y permita realizar la actividad matutina; interactuando con el universo individual de cada una de las personas que frecuenta la institución, cada uno es un misterio lleno de alegrías y tristezas, pero todos con la ilusión que sus maestros los acojan y les permitan disfrutar de este espacio como su segundo hogar y ser tratados como unos segundos hijos.

Al finalizar la jornada, el período, el semestre o el año escolar, en mi corazón solo hay un sentimiento de buenos deseos para toda la comunidad, siempre deseadoles lo mejor y añorando que sea cual fuese el camino que cada uno de ellos emprenda en su vida, este lleno de gloria, éxitos, aprendizajes que les permita sortear todos los impases que se les presenten en sus darios vivir, que se logren convertir excelentes personas y ciudadanos, constructores de bondad, fe, buenas prácticas de espiritualidad, para ayudar a construir la patria que todos queremos y la ciudad de Medellín soñada, donde los niños, jóvenes y la personas de la tercera edad puedan caminar sin temor a balas perdidas, a cruzar una frontera invisible, que puedan caminar libremente en las montañas o en los cerros de la ciudad, que puedan salir en familia a disfrutar de elevar una cometa , donde puedan soñar y mirar muy alto, y que esos sueños que tienen los niños, niñas adolescentes y los padres de familia, se conviertan en deseos y metas por lograrse.

 

Mi mayor contribución, es trasmitir en mis estudiantes y comunidad educativa el deseo de dar más de lo esperado, aplicando siempre en todo lo que realizo mucha imaginación y creatividad. Todo esto mezclado con resiliencia, considero que han sido la mezcla perfecta para brindar un excelente servicio a todos con los que trabajo, contribuyendo a que muchos niños y jóvenes logren las bases necesarias para la adecuada construcción de su proyecto de vida.